Lo que dice el incidente de Cuero sobre el periodismo en Colombia


Raul Cuero siendo galardonado

Muchos factores se conjugan en la fascinación que ha producido el asunto de Cuero en la prensa. Por disciplina con el espíritu de este blog me voy a referir a lo que tiene que ver con el cubrimiento en prensa que se le hado al fenómeno, lo cual me lleva por necesidad a referirme al fenómeno. El fenómeno es el que describe el doctor Rodrigo Bernal en El Espectador: las discrepancias entre lo que Raúl Cuero dice, o ha permitido por acción u omisión se diga de él, y lo que en realidad ha hecho. Dice Cuero que tiene 90 publicaciones por ejemplo. Cualquier persona familiarizada con la literatura científica que revise  la lista que el doctor Cuero provee en la página web de su organización, el parque internacional de la creatividad (ver comunicado de prensa aquí) puede ver que simplemente, no son 90 artículos, y más bien están bastante lejos de 90. También, cualquier persona no digamos científica sino simplemente educada como buena espectadora de trabajos científicos sabe que es grave decir que uno tiene X artículos científicos cuando en efecto tiene menos. Las personas que saben de ciencia saben que tener una conferencia o un poster en un congreso en la hoja de vida no es lo mismo que un artículo publicado en una revista arbitrada, y que la diferencia no es ni mucho menos, un detalle menor.  Es algo muy serio.

El cubrimiento en prensa del fenómeno ha tenido varios episodios. El primero al que me referiré es el episodio detonante, la entrevista que le hizo Maria Isabel Rueda en el Tiempo el 20 de Octubre. En la entrevista, Rueda hace una alarde de un tipo de ignorancia especial: la ignorancia de que es ignorante. Rueda simplemente no sabe de qué temas puede hablar con Cuero. Yo no he podido sinceramente saber bien qué es lo que Cuero hace, pero por lo que he visto, hay varios temas de los que yo sé que él no sabe. Uno de esos temas es la creatividad humana. Cuero se considera un inventor y un creativo, a lo cual tiene derecho, con independencia de que su autopercepción tenga bases objetivas, o no. Cualquiera sea el caso, eso no le da derecho a escribir con autoridad académica sobre creatividad. La literatura científica sobre la creatividad es un campo del conocimiento científico en sí mismo. Cuero si mucho, es un caso, que puede ser o no ser interesante, y en el tema podrá aportar sus experiencias personales. Pero haberse inventado cosas y ser creativo no lo vuelve autoridad en el tema, y muchísimo menos en un país serio alguien basaría la política pública dirigida a canalizar los esfuerzos creativos de los Colombianos de acuerdo a las opiniones de Cuero. Haría muy mal Cuero prestándose a tal cosa, creo yo. Pero estamos en Colombia, ergo todo lo que no debería pasar ya pasó, y hace rato: en Manizales le dieron ciento cincuenta millones de pesos en el 2010:

«la Secretaría de Competitividad y Fomento Empresarial de Manizales firmó con International Park of Creativity un contrato por $150 millones. Según el documento de 11 páginas, el convenio tuvo como propósito “Orientar a los jóvenes de Manizales en la formulación y desarrollo de proyectos que fueran aprobados por el científico Raúl Cuero en materia de investigación científica y con la inversión o descubrimiento, según los criterios de la organización Parque de la Creatividad Colombia”.

Cuero no sabe de crianza o cómo impulsar la creatividad en general. Ni desde el punto de vista pedagógico ni desde el de las políticas públicas. Tal es la ignorancia de los periodistas sobre estos temas que aceptan cualquier estupidez como respuesta. Me corrijo, no son todos los periodistas, es Rueda en particular. Le pregunta Rueda a Cuero que cuales son los «requisitos» de la creatividad y Cuero sin ningún asomo de modestia empieza respondiendo que el medio, el ambiente y el entorno. Qué diferencia importante hay en el significado de estos trés términos, me pregunto yo. Lejos de ameritar una contra pregunta por parte de Rueda, este publireportaje sigue:

«La observación de esos animales me dio la entrada a todo ese ambiente complicado que manejo hoy. Para Da Vinci fueron las soluciones químicas y la observación de la campiña. Para Galileo, el análisis de la Luna. El problema de los niños y jóvenes de hoy es que no tienen un medio. Mi filosofía acerca de la creatividad es que nace de la observación de la naturaleza, y cuanto más temprano sea ese acercamiento, mejor»

Lo cual es una referencia penosa e inexacta de Da Vinci y Galileo, y muestra la liga en la cual cree Cuero que está. Cuero cree que la siguiente analogía es válida: La observación en «la campiña» es a Da Vinci como la observación de los animales es a Cuero.  Rueda desde luego, es una completa ignorante de estos temas, y en todos los de la entrevista. No sabe desde luego qué es la ciencia, y no repara en afirmaciones preocupantes de Cuero que son evidentes a lo largo de toda la entrevista: la explotación velada de su pobreza, de Buenaventura, del analfabetismo de sus padres, en fin. No, a Rueda le parece que a un hombre como Cuero es lícito preguntarle «¿aspira algún día a ganarse un Premio Nobel con sus inventos?» Hágame el favor. Rueda cree que el Nóbel se da por inventos.  Si mañana le dan un Nóbel póstumo a Steve Jobs por inventarse el Iphone ella dice que sí, que claro, que muy merecido. Rueda parece creer que los Nóbel son como los Oscar, pero de gente aburrida. Ella cree que Cuero está en la liga de los que se ganan el Nóbel.

Luego del episodio inicial corrió mucha agua bajo el puente. Cosas penosas como que Óscar Gamboa Zúñiga, paisano de Cuero y director del Programa Presidencial para el Desarrollo Integral de la Población Afrocolombiana, Negra, Palenquera y Raizal emitió un comunicado en el que «rechaza tajantemente la actitud poco patriótica y poco profesional del Dr. Bernal y lo invito más bien a que hagamos sinergia colombiana por el conocimiento, la investigación y la construcción de desarrollo, en lugar de fomentar la cizaña, las desinformaciones y las envidias«. Poco patriótico entonces, criticar a Cuero. Ocurrió también que el Espectador siguió apoyando la causa contra Cuero, lo cual me parece es loable, y vienen dos perlas de cierre.

La primera es el debate Bernal-Cuero en la W. Casi todos los periodistas evidencian una gran ignorancia de los temas discutidos, cosa que es entendible dado que es ciencia especializada. Sin embargo uno, el traductor, hace una reflexión interesante sobre el papel de los medios. Es lo único bueno del lado de los entrevistadores. Pero la actitud de la dupla Alberto Casas/Julio Sánchez es sencillamente irrespetuosa. En el minuto 9:03 de la entrevista uno de ellos dos se ríe de las descalificaciones que Cuero está haciendo de Bernal, por el hecho de ser un «botánico retirado», cosa que no tiene relevancia alguna en el tema. A ellos les parece chistoso. Es una pelea de gente extraña discutiendo sobre cosas incomprensibles y absurdas. No es importante el asunto de la presentación fraudulenta de los logros de Cuero, eso pasa a segundo plano. Luego caen los dos, sobre todo Casas, que se le ha metido en la cabeza que es una especie de árbitro moral en esa emisora, en el embrujo de Cuero. Cuero hace una presentación sumamente deshonesta de sus argumentos en la gran mayoría de sus respuestas. Su estrategia fue usar lenguaje técnico irrelevante al caso, en su pésimo español para confundir a los entrevistadores, atacar a Bernal, y nunca dar una respuesta clara. Y los entrevistadores son tan ignorantes que cayeron.  El tema les importó tan poco que pasaron por encima decenas de señales de alarma sobre Cuero: habla de sí mismo en tercera persona, se impone a gritos, usa términos como «prejuicial», «patentación», «chismes de brujas», dice que «la imagen que Cuero le da a Colombia es grande», que «Cuero es keynote speaker», que «yo estoy hablando es de moléculas aquí» que, «¿cómo se dice predicament?» que «lo que uno publica es un paradigma», que, otra vez hablando de su grupo de pares en referencia a sus bajos números de publicación «Newton no publicó en revistas, Darwin tampoco», que «el siglo XIX fue el más radiante del mundo» y que «El iphone es una consecuencia de la invención de la electricidad» y en fin, agarré estas entre tantas perlas que dicen a gritos que ese señor estaba siendo un argumentador deshonesto y mañoso que merecía preguntas cuidadosas y mejor manejo del micrófono que simplemente dejarlo exhibirse y trenzarse en una discusión pública con Bernal, a qui,en cuero además, critica por Botánico y Retirado.

Tal grado de ignorancia no podía venir desde luego, sin un grado de atrevimiento por parte de Casas, que cierra la entrevista a lo Cuero – Rueda: a los gritos e ignorante de su ignorancia. A micrófono Casas calla a Bernal, le dice que su ataque fue «un poco fuerte» y que lo que hay ahí es una «diferencia de opiniones». Bernal, decente me parece, asiente, no habiendo debido. Pero nadie calla al doctor don Alberto Casas. Aún.

Y la última es la defensa de Rueda de su entrevistado, que empieza desde luego culpando al mensajero. Aquí el malo es El Espectador, ni siquiera Bernal. Abre Rueda diciendo que:

«En lugar de titular con la caída del fuero militar, el diario El Espectador optó ese día por darle su portada a un hombre afrocolombiano. ¿Se trataba de un peligroso paramilitar? ¿Del jefe del anillo de seguridad de alias ‘Timochenko’? Eso pensé, prejuiciada. Porque, al contrario de Piedad Córdoba, pocos afrodescendientes han obtenido por méritos no penales carátula de El Espectador»

Como hace uno para ser más racista y taimado en un sólo párrafo, no sé, es difícil. No sólo rueda dice que El Espectador es racista y sesgado hacia Piedad Córdoba, sino que además que aquí no ha pasado nada grave, que no molesten. El resto de la columna es la miseria moral e intelectual típica de Rueda. Ataca a Bernal, de quien menciona taimadamente su agronomía como si hubiera un problema con ser agrónomo. Pero así es la gente como ella. Cree que precisamente en este país, que podría ser autosuficiente alimentariamente, la agronomía es una condición social inferior. Y luego ofrece la única explicación a su alcance: Que Bernal critica a Cuero por negro, por pobre o por exitoso. Asume entonces la misma estrategia de defensa de Cuero: aprovecharse de su raza y origen para ponerse más allá de las pesquisas, más aún de las de un «agrónomo» como Bernal.

Lo que dice el incidente de Cuero sobre el periodismo en Colombia es que en temas científicos es sencillamente, inexistente. La gran mayoría de periodistas involucrados en el cubrimiento de esta noticia evidenciaron ausencia profunda de sentido crítico por un lado, y por otro de las más mínimas herramientas para discernir la calidad de afirmaciones científicas imprecisas y confusas, como casi todo lo que dijo Cuero. A Casas y Rueda les falta no sólo eso, sino respeto por sus entrevistados, lectores y los temas que están en juego. Afortunadamente la audiencia culta de medios en estos temas crece, e incluso en Colombia hay una periodista científica. Se llama Lisbeth Fog. Gracias a El Espectador porque un debate de este nivel desde luego, hubiera sido absolutamente imposible en otro medio de su tamaño y relevancia, y porque bueno, ahora tenemos herramientas para hacernos una opinión de la magnitud de los logros de este nuevo miembro del parnaso científico nacional.

NOTA: Esta entrada ha sido editada para retirar juicios sobre el Dr. Cuero que no estoy llamado a hacer.

13 comentarios en “Lo que dice el incidente de Cuero sobre el periodismo en Colombia”

  1. A la pobre Maria Isabel Rueda le podemos aplicar la sentencia que creo es de Levi Strauss: » No hay peor ignorancia que la ignorancia deela propia ignorancia»

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  2. Lei este artículo con el mismo interes que escuche la entrevista de la W tenia mis dudas sobre la veracidad de Cuero, pero no tenianinguna duda sobre la chalataneria y la envidia de Rueda no olvidare los comentarios que hizo sobre Shakira. Muy buen artículo especialmente para una ama de casa como yo FELICITACIONES.

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  3. No he leido todo el artículo y me he mantenido lejos de toda esta discusión. Soy estudiante de doctorado en UK y me muevo en el mundo académico. Solo digo que hay que hacer una aclaración: un académico con muchas publicaciones (como 90) nunca va a colocar la lista completa en su sitio web, siempre colocan un resumen.

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  4. Bien hilado el escrito, no le falta razón en algunos aspectos y llama la atención sobre un punto importante, el único en realidad: en Colombia no tenemos periodismo científico. Por lo demás chorrea bilis y animadversión, como si la ciencia fuera terreno exclusivo de Bernal & Cía. El trabajo de Cuero es importante, interesante y, si es necesario hacerle alguna crítica, como a cualquier otro científico, que se haga con argumentos científicos. Si publicó mas o menos es irrelevante, Patarroyo tiene mas de 300 artículos publicados en revistas «arbitradas» y es víctima constante de «los que sí saben de ciencia». Ojalá tuviéramos muchos Cueros en este país.

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  5. No soy «mujer de ciencia» , pero eso no quiere decir que no pueda hacer un juicio razonable sobre el asunto; dejando de lado los comentarios parcializados a favor o en contra del Dr. cuero o de los periodistas en cuestión, considero que, opiniones, juicios o argumentos son igualmente válidos cuando de lo que se trata es de hacer evidente que somos en GENERAL una población desinformada y desinteresada por cuestionar aquello que «alguien por ahí» nos vende como cierto; si los aportes del Dr. cuero son o no valiosos o motivo de orgullo para nuestra nación es motivo de otro tipo de discusión que se aleja de la urgente necesidad de ser ciudadanos más críticos y menos criticones y emotivos con la información que circula diariamente en nuestros medios. Excelente texto, por supuesto susceptible de todo tipo de posturas.

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  6. Soy estudiante de pregrado de Biologia, y pienso que es indignante como por sencillamente farandula, y un intento desesperado por sacar noticias, hacer que un Cientifico Respetado intente igualarse con personas que no estan en su campo. el problema es claramente, de lenguaje, especulo que es una cuestion personal del señor Bernal.

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  7. Para mi es claro que el problema no es Bernal ni Cuero, ni la raza, ni la procedencia. El problema es que no es aceptable que los periodistas nos desinformen y que estén mal informados; que los investigadores mientan u omitan información sobre sus trabajos o investigaciones; como también es triste ver que los entrevistadores en estos programas radiales sean tan irrespetuosos y parcializados. El tema a evaluar es la ética profesional, pues lo que veo en los comentarios de los artículos es que la gente justifica un mal acto con que haya hecho otro bueno.

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  8. Personalmente me gustó el artículo, me gusta la redacción y la hilaridad, es fácilmente digerible para personas que tengan cierta regularidad en la lectura, sin embargo, lamento un poco encontrar algunos argumentos ad hominem que, a mí parecer sobran. Gracias por sacar la discusión del contexto de una aparente «discriminación» y ponerla en una perspectiva superior, la falta de rigor científico, que en general afecta a nuestra sociedad colombiana. Muchas gracias.

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